Hoy era otro día normal en mi vida. Me llamo Emilie Tengo 21 años y estudio Diseño de Interiores, como de costumbre, hoy me levanté a eso de las 9am y fui a trabajar al almacen donde llevaba mas de 1 año laborando como asesora en ventas. Desde que estaba allí todo era algo monótono todos los días, sin embargo era tranquilo y una buena forma de conseguir dinero en estos tiempos donde realmente se necesitaba.
Sin embargo, ese día me sentía extraña, sentía que algo sucedería. Aún así no le di importancia a mis estúpidos presentimientos y seguí como si nada se me hubiese pasado por la cabeza.
Todo cambió a eso de las 4pm, el cielo comenzó a oscurecer repentinamente. Me pareció realmente extraño. En el lugar donde me encuentro normalmente, la noche comienza a eso de las 6.30pm y no estabamos en temporada de lluvias como para pensar que se trataba de una tormenta. Sin embargo me asomé y confirmé que era así. Me pregunté que era lo que estaba pasando mientras un sentimiento de miedo me embriagaba un poco.
De un momento a otro lo vi.
Tenía manchas negras en el rostro, vi como poco a poco entraba en el lugar donde yo me encontraba, se acercó hacia mi, su rostro maquiavélico alcanzó a asustarme un poco, más aún cuando me miró fijamente y abrió su boca mostrando sus afilados colmillos. Pero no se trataba de un vampiro, ni ningun ser que hubiera conocido antes en una de esas historias que hubiera leído. Con su bastón me señaló detrás del mostrador en el cual me encontraba, sus ojos se enrojecieron, dándole un aspecto bastante aterrador y a decir verdad no supe que hacer por un par de segundos.
Me lancé hacia el lado izquierdo tratando de esquivar lo que había lanzado con aquel objeto largo que llevaba en la mano y de un momento a otro sentí como un poder me inundaba por dentro. Una luz blanca comenzó a emerger de mis manos y sin pensarlo dos veces lancé aquello en su dirección.
Continuara...