Nacer como una fea oruga entre hermosos colores y flores llenas de vida, no es algo muy alentador que digamos. Tenía miedo cuando me dijeron que algún día tenía que volar, pensé qué sucedería si nunca evolucionase de aquel estado en el cual debía arrastrarme para conseguir el alimento indispensable para poder lograrlo, tuve miedo y muchas veces no creía que podría pasar de ser un simple bicho que se arrastra a ese hermoso animal que veía volando entre flor y flor.
Ese día tenía que llegar....
Me encontraba en aquel lugar donde tuve que pasar un poco a solas antes de sentir sobre mí aquellas alas que me elevarían tan alto como yo quisiera, senti miedo, desesperación, emoción, ansiedad...
Y finalmente...
Al suceder, se extiende detrás de mí, una nueva vida multicolor que estaba dispuesta a vivir.
No me arrepiento de nada.
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