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Escritos, pensamientos, represiones, ambiciones, locuras, corduras y todo lo que pueda expresar con solo Letras Sin Sentidos

domingo, 19 de diciembre de 2010

¿Sueño o Pesadilla?

Estoy intentando recordar como comenzó todo...
Fue un sueño o pesadilla que tuve hoy un poco antes de despertar, la verdad no sé ni como catalogarlo. Véanlo ustedes mismos.

Era un niño, muy lindo, unos 4 o 5 años aproximadamente, cabello liso, castaño claro, risueño, juguetón, con una sonrisa hermosa, no sé por qué estaba en la calle, simplemente me dijo que no tenía más hogar y decidí hacerme cargo de él.

De un momento a otro yo estaba en un hospital, no sé que hacía en ese hospital, pero vi a una joven muy hermosa, cabello negro, largo. Muy agraciada y excelente para lo que hacía. Siempre atendía con una sonrisa en los labios e intentaba hacer lo mejor de sí en su trabajo. Realmente me agradó.

Ya saben que en los sueños uno puede ver todo lo que pasa como si fuese una película, lo que pasó a continuación lo vi pero no me encontraba allí. El punto es que éste nene estaba caminando solito por una calle un poco solitaria luego de haberme encontrado, estaba tratando de esquivar los pisos resbaladizos que a veces se forman por la lluvia, aquellos parqueaderos de pisos rojos que en las casas hay, que si no te agarras bien te caes... bueno esos. 

De un momento a otro paso a otra escena. Había una señora que estaba sentada en una silla observando hacia afuera, hacia la calle, en la terraza de un ancianato, el lugar era color verde pastel, afuera había grama y el piso era algo rocoso. Este ancianato estaba cerca por donde estaba caminando el niño. Resulta que la señora de aquel lugar, tenía como problemas mentales o algo así, en un momento llegó la enfermera y le dijo algo, no se qué... supongo que era algo así como "ya vamos a entrar" porque señalaba hacia dentro del lugar, en ese momento esta señora, muy alta por cierto, coge a la joven enfermera en los brazos, cargándola, y la lleva dentro. No sé que pasó, pero sentí un mal presentimiento en ese momento. 2 minutos después sale la misma señora loca a la calle.

Mi niño estaba caminando en ese preciso instante por ese lugar, era un gran corredor él, ágil, flexible, no sabía por qué pero lo era. Cuando vió a aquella señora, con bata verde y cara de psicópata, se asustó y gritó. Ese fue su pecado. La vieja se percató de él, y comenzó a perseguirlo, parecía un gran mounstro lleno de maldad, de otra forma como le era posible atacar a tan semejante hermosa criatura, pero él, por más que corría y corría ella seguía allí detrás, de un momento a otro, se encontró por 2 caminos, y tardó demasiado en decidir por cual tomar ya que en ese instante fue sacudido y abalanzado al suelo, la mujer lo tomó del piecesito le sacó el zapato y comenzó a morderlo sin piedad, él tan sólo lloraba y gritaba suplicándo, pero ella seguía mordiéndolo y apachurrándole los deditos.

En ese momento, no sé como pero llegué yo, la empujé por un costado y lo soltó, le dije al nene "corre corre! por favor!" y el intentó ponerse de pie, pero cayó inmediatamente, su cara lo dijo todo, había algo mal, esa cara de terror, pánico, que hacen los niños cuando algo les duele en serio, pensé enseguida en una fractura en uno de sus deditos del pie, el me miró suplicándome ayuda con los ojos empapados en lágrimas, y su boca abierta; la mujer grande se incorporó en ese momento y lo tomó del bracito, lo jalaba y lo jalaba mientras yo veía como el bracito se estiraba muy feo y él lloraba. No. Gritaba del dolor. 
Yo intenté tomarlo de la extremidad, la miré con caracter y le grité "SUÉLTALO". En ese instante me acosté en la grama y con mis 2 pies la empuje, así perdió el equilibrio. Por suerte, no le pasó nada en el brazo a él. Yo le dije al nene, "agárrate de mi cuello" el lo hizo, se sujetó fuerte y salimos de ahí rápido hacia un hospital, pero para ir a ese lugar, debíamos pasar primero por el ancianato aquel, cosa que me causó muchísimo miedo. Pero lo hice, luego entramos al hospital, increíblemente el niño no lloraba tanto, podía sentir su calidez, su agradecimiento, lo empecé a querer muchísimo. 

Ahí encontré nuevamente a esa enfermera, le dije "Hola, soy yo de nuevo, mira, este es mi hijo, por favor ayúdalo" ahí le conté lo que pasó y al final agregué "creo que sus deditos están rotos porque no puede caminar". La joven me vio con mucha ternura, me preguntó "¿Le has quitado las medias?" le dije "No" y respondió "Bien hecho, haré todo lo que pueda".

Y bueno ahí me desperté.

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