Bueno qué decir?
Hoy es un día de esos grises, literalmente.
Un día en el que ni dan ganas de levantarse de la cama, ni de caminar, ni de sonreír... A pesar de eso, hay cosas en la vida que te iluminan y te alientan a seguir.
LLueve, ahora...
Las gotas de lluvia caían sobre mi cabeza cuando me dirigía a casa, evité mojarme los pies, pero en un intento fallido, casi muero atropellada por un autobus que quería correr para ganar tiempo y poder completar su turno, por suerte aún me sirven los reflejos y retrocedí a tiempo. Me reí.... creo que fue de los nervios porque a los 10 segundos casi exploto a llorar por la cantidad de cosas que vengo acumulando pero no suelto. Y odio llorar, simplemente no lo tolero. Así que me contuve... otra vez.
Seguí caminando por la misma ruta de todos los días mientras escuchaba un poco de música fuerte en mi mp3, así me abstengo de pensar en tonterías, mientras detallo cada uno de los instrumentos que escucho en esa canción que tanto me encanta.
Finalmente llego a casa, me saco la ropa, toda mojada por cierto, escucho los problemas del día.. jejeje los que nunca faltan, trato de mantener la calma y pensar en una posible solución. Llorar, ni lamentarse no soluciona nada al final.
Terminé de comer, llevé el vaso de agua sin acabar a la cocina, pero todo estaba oscuro, y no calculé bien... ja! Se rompió. Mierda!
Ya no aguantaba más... abrí el refrigerador y vi el paraíso. Si! Eso me iba a ayudar mucho... Un delicioso pastel de vainilla con cubierta de crema y arequipe *ω*
Una forma de ser feliz...
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